Que cuando me despierte y vea las sábanas vacías, sabré con certeza que estás en la cocina. Y que me abrazarás al dormir o me sonreirás a mitad del partido sin importar como va el marcador; y que te reirás por las mañanas con mis ocurrencias aunque aún estés muy dormido y me besarás en la frente antes de dormirnos. Y que cuidarás de mí cuando me enferme y dejarás que te cuide cuando el termómetro te marque 37º de fiebre y sientas que estás en el umbral de la muerte, como les pasa a todos los de tu especie. Y que charlarás del día mientras cenas, y que nadie más que tú me hará feliz. Y que tomarás mi mano al caminar; y me mirarás dormir después de amarnos. Y que sonreirás por mí y para mí a cada segundo; y que le pondrás mi nombre a todas las canciones de este mundo y dirás que es nuestro tema cada vez que suene en el auto. Y que serás más de lo que ahora sueño; y que te amaré y me amarás y será eterno. Increíble, todo esto sé de ti y aún no sé, ni quién eres, ni cuánto demorar...