No puedo dejar de pensarte, algo inevitable te trae a mi mente incesantemente. Eres como un karma del que no puedo ni quiero desprenderme. No puedo soltarte. Porque por más que lo intente sigues colgado de algún recuerdo medio borrado que no puedo formatear. Acá estás. No sé cómo sacarte. Intento formas impensadas que no tienen resultado alguno y caigo de nuevo en el dulce error de extrañarte. ¿Cuándo fue que decidí quererte? ¿Cuándo fue que decidí que fuese tanto?.