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Mostrando entradas de 2011

Tu sonrisa me salva

Cuando no sé a dónde ir, cuando ya todo perdió su más mínimo sentido, cuando no encuentro ni mi rostro en el reflejo del espejo en que me miro... Sonríes y todo se vuelve distinto... ¿Acaso has venido de un universo lejano? ¿O es que lees mi mente cuando te miro?. Quien te ha puesto aquí sabe bien qué necesito. ¿acaso te he llamado sin saberlo y has venido?. ¡Explícame! ¿Cómo es que haces para parar el mundo en un instante y detener el rápido correr de mis relojes traicioneros, que siempre marcan horas no adecuadas, momentos incorrectos? Sonríes, eso haces... y ya nada es como antes.

Tus abrazos

Estuve todo el día buscando las palabras para decirte adiós, Juan... y sólo pude recordar tus abrazos... "A vos que con tus abrazos me mostrabas el cielo, ya el Padre bueno te estrechó en el abrazo eterno. Gracias doy a Dios por el regalo de tu vida en la mía."                                                 (+  14 de julio de 2011)

Lo que sé de ti que no has llegado

Que cuando me despierte y vea las sábanas vacías, sabré con certeza que estás en la cocina. Y que me abrazarás al dormir o me sonreirás a mitad del partido sin importar como va el marcador; y que te reirás por las mañanas con mis ocurrencias aunque aún estés muy dormido y me besarás en la frente antes de dormirnos. Y que cuidarás de mí cuando me enferme y dejarás que te cuide cuando el termómetro te marque 37º de fiebre y sientas que estás en el umbral de la muerte, como les pasa a todos los de tu especie. Y que charlarás del día mientras cenas, y que nadie más que tú me hará feliz. Y que tomarás mi mano al caminar; y me mirarás dormir después de amarnos. Y que sonreirás por mí y para mí a cada segundo; y que le pondrás mi nombre a todas las canciones de este mundo y dirás que es nuestro tema cada vez que suene en el auto. Y que serás más de lo que ahora sueño; y que te amaré y me amarás y será eterno. Increíble, todo esto sé de ti y aún no sé, ni quién eres, ni cuánto demorar...

Llueve

Llueve y me hace extrañarte más. ¿A dónde te fuiste? ¿En dónde estás? Es difícil no quererte y no pensar. A veces siento el leve temor de que te pierdo, ¡No sé por qué me pasa!, Pero a veces lo siento. Y ahí es que me aferro más fuerte. No, no es que vos te vayas, ni que alguien te lleve, es sólo un absurdo sentimiento que me invade de vez en cuando. ¡Nada certero!. Llueve. Miro caer el agua y te pienso. ¿A dónde estás? ¿Qué estás haciendo? Es difícil no pensarte y olvidar que te quiero. a veces siento que el amor se me escapa de las manos, ¡No sé por qué me pasa!, tampoco quiero saberlo. Y ahí es donde cierro fuerte mis manos, para no perderte, para no perdernos. No es que crea que te vaya a perder, no lo creo, es sólo un absurdo sentimiento que me invade de vez en cuando. ¡Nada certero! Llueve. Sé que vendrás, por eso te espero.

Manuel

Y resultó que Manuel, no era el Manuel que Sofía había estado buscando. Y eso que ella no había llenado formularios, ni pedía muchos requisitos. Pero Manuel, no era ese Manuel, al menos por ahora. -Gracias por existir- le dijo después de besarlo en la nariz; se dió media vuelta y se fue pensando -No creo que jamás lo sea, pero al menos es un Manuel menos para encontrar al correcto- mientras arrastraba los pies por el pasillo.

Amar

Sé Pocas cosas, pero todas tienen que ver con amar y ser amado, con respetarse y aceptarse. Ninguna de ellas tiene que ver con someterse, sino con aprender y tolerar. Y es que AMAR no se trata de fundirse y perderse en el otro; se trata de individuos que crecen juntos Aceptar al otro es tenerle Fe, respetar sus tiempos, sus espacios, entender sus silencios y esperar sus señales. Para aceptar primero hay que conocer, lo que se ve del otro y lo que no se ve; y así puedo decir TE CONOZCO, y porque te conozco, TE ELIJO, y porque te elijo TE ACEPTO, y porque me aceptas SOY FELIZ. Aceptar al otro es aceptar lo mejor de nosotros mismos.

Un cuento de hadas

Sofía creía haberse enamorado, como se enamoran todas las chicas de su edad. Ciertamente lo había hecho, pero no como todas las otras. Amaba sus palabras, sus ojos, el olor a su piel, lo suave de su cabello. Y decía que él amaba el color de su voz, el sabor de su mirada y el olor de sus besos. Se amaban tanto, que tenían un país inventado, que digo un país, un mundo entero, donde el cielo permanecía en la aurora y los árboles eran todos de moras. Ella lo amaba, como todas las chicas de su edad aman, él la amaba, como las aman a todas las chicas de su edad; Se amaban tanto, que en un lugar se les acabó el amor y no se dieron cuenta. Sofía creía haberse enamorado pero, los cuentos de hadas son sólo eso, ella debió saberlo.

Déjame pedirte sólo una cosa

Celebración de la amistad /1 En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave; pana por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por… -Llave por llave - me dice Mario Benedetti. Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.                                                                       Eduardo Galeano - El libro de los abrazos. Y en la distancia, y en situaciones como esta, sólo quiero pedirte una cosa, y sabes bien que yo nunca te he pedido nada, pero a esto no me digas no. Quiero que lleves siempre contigo mi llave, a donde quieras que vayas, de donde sea que ...

Aún te abundan las flores

La uva y el vino Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto: - La uva – le susurró – está hecha de vino. Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos. Eduardo Galeano - El libro de los Abrazos .  "Quizás nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos" ... Y sin duda confirmo, ¡Eso sos!, las palabras que cuentan quién sos. Es algo difícil de ver para muchos, porque algunos no saben leer; y a mí me gustan tanto las letras, que te leí antes de mirarte. Dulzura, paciencia, miedo (también estás hecho de miedo). Suavidad, sinceridad, transparencia, felicidad, pureza, dolor (y alguien también te escribió DOLOR en los huesos) Sueños, muchos sueños (Aún conservo cajones llenos de tus sueños) Esperanza, Anhelo, recuerdos (Todos estamos hechos de recuerdos, de todos los colores) Bondad, caridad, cariño, locuras, desaliento (Sin darte cuen...

Cuestión de creer.

Me gustan las luciérnagas, dijo Sofía mientras lo miraba a los ojos y sin dejar espacio a palabras le dio un beso en la mejilla. Su rostro se volvió de un tono rojizo y ya no supo qué decir, entonces ella lo tomó de la mano y lo acercó a la orilla. Ves, ahí están las estrellas que te había prometido, las que te iba guardando. Las puse acá para no olvidarlas, aseguró mientras acercaba su mano al agua para tomar una estrella. Apretó entre los dedos un puñado de agua y le dijo, abrí tu mano, y con suavidad dejó caer el agua fría en la palma del muchacho. Ves, todos podemos tener una estrella, es sólo cuestión de creerlo. Se dio media vuelta y se alejó del agua diciendo, me gustan las luciérnagas.