Ir al contenido principal

Mucho no es demasiado


Con el tiempo aprendí que no me gusta el gris, prefiero blanco o negro. Y es por eso que siempre doy tanto como espero, todo o nada, porque un poco nunca es suficiente y a veces es demasiado. 

Será que no nací común y corriente y no sirvo para eso de ser lo que nos toca que nunca encajo en los estereotipos. Pero aunque me costó tiempo y tropezones, comprendí que no ser de catálogo no te hace estar fuera, más bien te vuelve edición limitada y eso es lo que soy, porque valgo mucho más de lo que a primera vista puedas apostar, valgo tanto como sé que puedo dar y eso ya es demasiado. 

Al final entendí que si un amor no me llena, no vale achicar el vaso, porque el amor siempre seguirá siendo poco. 

Así que da lo que el otro es capaz de recibir, acepta lo que tiene y sigue buscando, que ya llegará quien tenga amor suficiente para que rebalses por los lados… 

Y no te preocupes que sabrás dónde parar, ahí donde puedas ser todo el torrente que eres sin miedo a derramarte en vano. 

Y yo, mientras llega, seguiré enamorándome hasta los huesos una o un millón de veces, lo que sea necesario, porque es la única manera en que sé hacerlo. Pero ya no a cualquier precio, porque amar mucho no es el problema, sino que sea demasiado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libres

  SER LIBRES DE LAS OPINIONES DE LOS DEMÁS. LIBRES DE LA ESCLAVITUD QUE SIGNIFICA ESTAR PENDIENTES DE LA IMAGEN FRENTE A LOS OTROS"  [Gurdjieff]   Confía en tu corazón, olvida las opiniones externas y suelta los viejos mandatos heredados y repetitivos sobre quién y cómo deber ser o hacer. Sólo cuando hayas olvidado todas las reglas, las criticas, incluso las constructivas y lo que los otros desean y esperan de vos, habrás podido hacer el suficiente silencio para escuchar en tu interior y despertar; tomar conciencia que depende sólo de nosotros ser todos los protagonistas de nuestra propia historia y animarnos, pese al qué dirán, a elegir lo que nos hace felices, lo que verdaderamente deseamos. No tengas miedo que el único pecado es no ser felices. •(Esto lo agrego yo)•

Memoria

No alcancé a esbozar el pensamiento y ya tenía su sonrisa frente a mis ojos. -Te quiero- decía sin saberlo y sin saber lo bien que me hacía. Un cuidadoso pero cálido abrazo rompió el hielo que hacía meses nos tenía separados, congelados, inmóviles casi irreconocibles. Lo extraordinario fue cómo mis brazos recodaban la forma exacta de su espalda y mi espalda el calor y la energía de su manos. El cuerpo tiene memoria, más memoria que la propia memoria; al menos que la mía que, dolida y asustada, ya hacía tiempo lo había olvidado. El cuerpo tiene memoria, me dijo mi maestra de danzas a mis ocho años y hoy recién la comprendo pues lo he comprobado . El cuerpo tiene memoria, sólo bastó una sonrisa y la fiesta pudo acabar en paz.

Un cuento de hadas

Sofía creía haberse enamorado, como se enamoran todas las chicas de su edad. Ciertamente lo había hecho, pero no como todas las otras. Amaba sus palabras, sus ojos, el olor a su piel, lo suave de su cabello. Y decía que él amaba el color de su voz, el sabor de su mirada y el olor de sus besos. Se amaban tanto, que tenían un país inventado, que digo un país, un mundo entero, donde el cielo permanecía en la aurora y los árboles eran todos de moras. Ella lo amaba, como todas las chicas de su edad aman, él la amaba, como las aman a todas las chicas de su edad; Se amaban tanto, que en un lugar se les acabó el amor y no se dieron cuenta. Sofía creía haberse enamorado pero, los cuentos de hadas son sólo eso, ella debió saberlo.