Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2012

¿No habíamos dicho que NUNCA MÁS?

Es vergonzoso lo de los jueces, me cuesta comprender la impunidad con la que se manejan estas cosas. Pensar que nos jactamos de vivir en un país libre, hablamos de libertad de prensa y de opinar libremente, pagamos la deuda externa para ser mas Libres, pero no creo en la libertad de un país donde La trata de personas sigue siendo un tema pendiente, porque esta es la más aberrante de todas las esclavitudes. E s, a decir verdad, tan aberrante como cualquier forma de esclavitud. No comprendo a quienes mueven este negocio despreciable,  pero mucho menos a quienes lo cubren... ¿Acaso alguna muchacha está "libre" de padecer ese espantoso destino? cualquiera de nosotras podríamos ser Marita Veron, tu hija, tu hermana, tu amiga, tu compañera, tu vecina, tu novia, tu esposa, tu mamá. Todas pueden ser victimas de esta esclavitud. Pero no sólo eso, sino que todas ellas, las que hoy y hace tiempo no están en sus casas, sino que en esos prostíbulos...

Me pregunto

A veces me pregunto algunas cosas y otras veces sólo dejo que sucedan. A veces las palabras sobran y a veces, cuando salen de tu boca, es lo que más me interesa. Mis ojos observando tu sonrisa, mi sonrisa aludiendo a tu mirada, tus palabras carceleras de las mías, y las mías tan olvidadas.

No sabes cuanto

No sabes cuánto extraño tu voz. Mitad porque no hablas y ya he empezado a olvidarla; y mitad porque al quererte cada día te necesito más. Tanto te necesito que, no sabes cuánto extraño tus ojos reflejándose en los míos. No sabes cuánto ansío un abrazo, de esos que estrujan el alma y que, al apretarte fuerte, ponen a mi corazón en calma. No sabes cuánto te extraño, cuánto me haces falta, cuánto miedo tengo a decirte que te quiero y volver eterno este te extraño, que nos mantiene separados.

Déjame decirte apenas la verdad

Déjame decirte lo importante que sos para mí, cuánto te quiero y cuánto es que te extraño. Esta extraña sensación de sentirte lejos, se apodera de mí y más me haces falta. ¿Qué es lo que te hace tan distinto y tan distante?; ¿Acaso es que adivinas lo que hay en mis sentimientos?, ¿o es que en los tuyos algo está cambiando y eres nuevo?. No sé qué pensar, ni qué pedir a Dios cuando rezo. Sé que te quisiera a mi lado, pero es que en el fondo te quiero tanto y no sé si te merezco. Sólo sé que no quiero perderte y dejaría todo por eso. No te vayas, sólo pon las condiciones y déjame intentarlo de nuevo.

Y sin embargo te quiero.

"Me resulta imposible creer que esto pueda cambiarnos, pero no hacemos más que dar evidencias." Quererte me lleva a los extremos de un abismo, al que tengo miedo a caer si no caes conmigo y nada me indica que estés dispuesto a saltar. Pero ¿a qué atribuirle entonces tu silencio? si es que tu boca no nombra la mía, ¿por qué cayan tus labios?. No hago más que pensarte, pensarte y pensarte. Y cuando acabo  de crearte, en un lugar, con un rostro, en un momento... Recuerdo dolorosamente, que soñarte no es tenerte, que quererte no es certeza que, del otro, igual me quieras. Y sin embargo te quiero.

Alba

Me llamo Alba, que quiere decir nueva vida y aunque hace algunos años atrás estaba convencida que jamás encontraría el amor, hoy me sorprendo frente a la ventana de este cuarto compartido escribiendo las memorias de un amor destinado a ser el único. En mi juventud había llegado a pensar que ese caprichoso sentimiento quizás no existía y tal vez sólo era una de las tantas cosas que la gente se inventa para poder vivir. Pero yo no estaba dispuesta a inventarme nada y por eso pasaba por la vida como quien no se interesa en esas banalidades del romanticismo, obligándome secretamente a no enamorarme, cosa que por suerte nunca me salió del todo bien y un día de esos, como todos los demás, a mitad de semana, cuando todo empieza a volverse monótono y decido salir a caminar o a leer a alguna plaza con la idea de matar a la rutina de un sacudón de mínimas emociones, conocí a Javier. Javier era ese hombre perfecto que, con su porte de hombre fuerte, su delicadeza al hablar, su aroma a colon...

Despedidas

Laura se paró frente al espejo con los ojos llenos de lágrimas. Nunca fue buena para las despedidas y esta vez no sería la excepción. Parada e inmóvil frente al espejo, sólo podía contemplarse ahí, casi fuera del tiempo y el espacio.  La despedida la había dejado desecha, pero sin embargo ahí estaba, frente al espejo y sólo habían dos cosas que importaban; que "estaba" y que frente al espejo, parada inmóvil, podía revisarse una vez más.  El dolor tiene esa gracia, nos permite frenar, frenar de golpe, pero frenar en fin y, parados ahí en medio del mundo, revisarnos. Perder algo o a alguien, siempre nos regala poder valorar todo lo que nos queda. Hoy, parada en medio de la vida, con los ojos llenos de lágrimas, doy gracias al Padre amoroso por el regalo de la vida de todos los que me rodean, y de una manera especial por la de Larry, que fue un gran ejemplo de amor y alegría y ya descansa en los brazos bondadosos del Padre del cielo.

Lunes otra vez

Cambiar de perspectiva

No es del amor el olvido

Puede ser que, otra vez, vuelva a pensar que no te necesito; que puedo ir por el mundo como si nunca hubieras existido, como si nunca hubieras estado aquí.  Miento. Miento si digo que no te extraño, que no pienso en ti; gasto segundos eternos, que se vuelven minutos y horas, pensando dónde andarás y si ya me has olvidado. Sí, te extraño, sin embargo camino convencida de que te he olvidado, que sólo eres un simple y esfumado recuerdo que espera sentado en el andén para partir.  Puede ser que, otra vez, vuelva a pensar que te no te necesito, que estoy mejor sin ti y que por fin te he olvidado. Y hasta puede ser que, un poco, todo esto sea cierto; Pero, ni tan en el fondo, sé que siempre serás en mí... el aire que respiro.

¿Cuándo fue que decidí quererte?

No puedo dejar de pensarte, algo inevitable te trae a mi mente incesantemente. Eres como un karma del que no puedo ni quiero desprenderme. No puedo soltarte. Porque por más que  lo intente sigues colgado de algún recuerdo medio borrado que no puedo formatear. Acá estás. No sé cómo sacarte. Intento formas impensadas que no tienen resultado alguno y caigo de nuevo en el dulce error de extrañarte. ¿Cuándo fue que decidí quererte? ¿Cuándo fue que decidí que fuese tanto?.

NO queremos la SOPA

Ni a Mafalda le gustaba la SOPA, hoy a nosotros tampoco...  No queremos la SOPA, ¡dennos NUESTRO INTERNET!