Ir al contenido principal

Entradas

Ser Campeón

  Cuando aprendiste a caminar y a correr atrás de una pelota, como cualquier argentino, desbloqueaste en mí un miedo que nunca imaginé que existiera, miedo a no saber enseñarte a jugar a la pelota. Porque aunque amo el fútbol con locura, no sé patear con comba, ni hacer jueguitos, no sé cabecear en el area, ni tirar un pase que no termine en la casa del vecino.  Y no, no sé jugar al fútbol, pero se me hace un nudo la garganta cada vez que escucho corear nuestro himno en las canchas, y grito los goles hasta que me arde la garganta y vos saltás de la silla entre asustado y feliz, mientras a mí se me caen las lágrimas cuando algun jugador le dedica el gol a la hinchada. No sé jugar al fútbol, pero sigo todas las cábalas y cual mejor aluma me aprendo los nombres y equipos de los mas de 900 jugadores que vos pareces conocer a la perfección. Perdón, no sé jugar al fútbol hijo, sin embargo sé que Messi es de otro planeta y deseo profundamente que aprendas de él que los sueños hay que...
Entradas recientes

Me gusta

-No entiendo que le ves.- Dijo Erik mientras la veía a lo lejos con el ceño fruncido. Para él no era más que una chica aburrida, Pero Nando no demoró en responder sin quitarle los ojos de encima -Me gusta porque no se le nota que está rota y me contagia esa idea de que se puede ser feliz a pesar de tener un corazón despedazado. Y sí, le falta una pieza, de esas que nunca más va a encontrar, pero no le interesa, porque tampoco la está buscando. Sigue jugando con las que le quedan, sabiendo que nunca más va a volver a tener el rompecabezas armado arriba de la mesa. Y sin embargo guarda el dolor para otro momento y se para con esa fortaleza del que sabe que así es la vida. Porque ella ya entendió todo. Sabe que en la guerra siempre se pierde, por eso no se detiene a contar el saldo de la batalla. Perdió pero igual se ríe y disfruta. Contagia la idea loca de que se puede. Ella perdió justo lo que no tenía que perder. De todas las cosas posibles justo ésa no tenía que perderla y la perdió. ...

Mucho no es demasiado

Con el tiempo aprendí que no me gusta el gris, prefiero blanco o negro. Y es por eso que siempre doy tanto como espero, todo o nada, porque un poco nunca es suficiente y a veces es demasiado.  Será que no nací común y corriente y no sirvo para eso de ser lo que nos toca que nunca encajo en los estereotipos. Pero aunque me costó tiempo y tropezones, comprendí que no ser de catálogo no te hace estar fuera, más bien te vuelve edición limitada y eso es lo que soy, porque valgo mucho más de lo que a primera vista puedas apostar, valgo tanto como sé que puedo dar y eso ya es demasiado.  Al final entendí que si un amor no me llena, no vale achicar el vaso, porque el amor siempre seguirá siendo poco.  Así que da lo que el otro es capaz de recibir, acepta lo que tiene y sigue buscando, que ya llegará quien tenga amor suficiente para que rebalses por los lados…  Y no te preocupes que sabrás dónde parar, ahí donde puedas ser todo el torrente que eres sin miedo a derramarte en v...

No seamos nada

No seamos nada, que yo no quiero ser una más de tus obligaciones. No, no quiero que me llames para pedir permiso, a mí llámame cuando te mueras de ganas de estar conmigo y quieras postergar todo para acurrucarnos juntos un rato. No seamos algo, que yo no quiero ser sólo una fecha roja que marcas en tu calendario, yo quiero ser todos esos días grises que se repiten uno detrás del otro sin que nos detengamos siquiera a pensarlo. No, por favor, no me rindas cuentas que no traigo libreta para anotarlo, mejor déjame ser esa mala influencia que hace que llegues tarde al trabajo por quedarte un ratito más a mi lado o la culpable de que te toquen bocina detrás del semaforo que ya ilumina en verde, por estarme pensando.  No seamos nada, que no necesito un papel que me diga lo que puedes demostrarme. Mejor seamos todo, que quiero vivir como si cada minuto fuera el último y fuese a durar para siempre.

Dale tiempo al tiempo

Nos pasamos toda la vida intentando no perder el tiempo, Pero ¿cómo se podría perder lo que no se puede atrapar? Incluso hablamos de ahorranos el tiempo, pero acaso ¿Dónde lo guardaríamos?. Intentamos medir con precisión de relojero cada segundo que dedicamos a todo lo que hacemos o nos sucede; Que si ya estamos grandes, que si nos falta tiempo, que si ya se nos pasó la hora o si no hay tiempo para eso.  Creo Lo único que sabemos es que las cosas significativas de la vida llevan y necesitan tiempo; el amor, los hijos, los proyectos, los sueños... Sin embargo lo que no sabemos es que el tiempo necesita de todo eso para exitir. Queremos tiempo, pero el tiempo se trata de vivir y la única manera de atraparlo es vivirlo. El secreto para tener más tiempo está en hacernos concientes del momento vivido, de cada sentimiento, cada deseo, de las palabras, los gestos... Sólo así al final de la cuenta podremos decir que hemos tenido tiempo, de amar, de reir, de hacer, de intentarlo de nuevo......

La persona correcta

Lo que él no sabe es que vos también fuiste la persona correcta. La que lo quiso cuando ni él mismo podía quererse, la que tuvo el valor y la empatía para comprender que estaba roto y a(r)mar sus pedazos, valorar sus intentos, pocos y fallidos. La que tuvo la fortaleza para permanecer y llenar de flores un nombre olvidado, la que regó el autoestima marchito que hoy florece para que pueda amar y dejarse amar por alguien más. Pero tranquila, vos fuiste la correcta, él el momento equivocado.

Libres

  SER LIBRES DE LAS OPINIONES DE LOS DEMÁS. LIBRES DE LA ESCLAVITUD QUE SIGNIFICA ESTAR PENDIENTES DE LA IMAGEN FRENTE A LOS OTROS"  [Gurdjieff]   Confía en tu corazón, olvida las opiniones externas y suelta los viejos mandatos heredados y repetitivos sobre quién y cómo deber ser o hacer. Sólo cuando hayas olvidado todas las reglas, las criticas, incluso las constructivas y lo que los otros desean y esperan de vos, habrás podido hacer el suficiente silencio para escuchar en tu interior y despertar; tomar conciencia que depende sólo de nosotros ser todos los protagonistas de nuestra propia historia y animarnos, pese al qué dirán, a elegir lo que nos hace felices, lo que verdaderamente deseamos. No tengas miedo que el único pecado es no ser felices. •(Esto lo agrego yo)•