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Anecdotario 01

Hoy inauguro esta sección, que sólo tiene el objetivo de conservar esas pequeñas anécdotas cotidianas que merecen pasar a la historia.
(Los nombres de algunos personajes y lugares pueden ser versionados para conservar su identidad) :p

La primer Anécdota
"Siempre gano por cansancio"

Ayer estaba con una amiga contándole sobre mi nuevo chico, ese candidato ideal, que siempre llama, que responde cada vez que le escribo un mensaje, que no necesita que le escriba para escribirme, etc. etc. etc.
Entonces quise comprobarle que era cierto y le escribí pero ¡El muy guacho, NO respondió!. 
Y dije - Ya vas a ver,"Yo siempre gano por cansancio"- mientras reenviaba unas doscientas veces el mensajito del infierno. Para el mensaje número doscientosuno, Él respondió y yo orgullosa de haberlo logrado, sonriendo con cara de siempre me salgo con la mía, leí el texto en voz alta. -"ESTOY OCUPADO"-. Desapareció mi sonrisa y dije - "Bueno, a veces empato". Derrapé.

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Libres

  SER LIBRES DE LAS OPINIONES DE LOS DEMÁS. LIBRES DE LA ESCLAVITUD QUE SIGNIFICA ESTAR PENDIENTES DE LA IMAGEN FRENTE A LOS OTROS"  [Gurdjieff]   Confía en tu corazón, olvida las opiniones externas y suelta los viejos mandatos heredados y repetitivos sobre quién y cómo deber ser o hacer. Sólo cuando hayas olvidado todas las reglas, las criticas, incluso las constructivas y lo que los otros desean y esperan de vos, habrás podido hacer el suficiente silencio para escuchar en tu interior y despertar; tomar conciencia que depende sólo de nosotros ser todos los protagonistas de nuestra propia historia y animarnos, pese al qué dirán, a elegir lo que nos hace felices, lo que verdaderamente deseamos. No tengas miedo que el único pecado es no ser felices. •(Esto lo agrego yo)•

Memoria

No alcancé a esbozar el pensamiento y ya tenía su sonrisa frente a mis ojos. -Te quiero- decía sin saberlo y sin saber lo bien que me hacía. Un cuidadoso pero cálido abrazo rompió el hielo que hacía meses nos tenía separados, congelados, inmóviles casi irreconocibles. Lo extraordinario fue cómo mis brazos recodaban la forma exacta de su espalda y mi espalda el calor y la energía de su manos. El cuerpo tiene memoria, más memoria que la propia memoria; al menos que la mía que, dolida y asustada, ya hacía tiempo lo había olvidado. El cuerpo tiene memoria, me dijo mi maestra de danzas a mis ocho años y hoy recién la comprendo pues lo he comprobado . El cuerpo tiene memoria, sólo bastó una sonrisa y la fiesta pudo acabar en paz.

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Sofía creía haberse enamorado, como se enamoran todas las chicas de su edad. Ciertamente lo había hecho, pero no como todas las otras. Amaba sus palabras, sus ojos, el olor a su piel, lo suave de su cabello. Y decía que él amaba el color de su voz, el sabor de su mirada y el olor de sus besos. Se amaban tanto, que tenían un país inventado, que digo un país, un mundo entero, donde el cielo permanecía en la aurora y los árboles eran todos de moras. Ella lo amaba, como todas las chicas de su edad aman, él la amaba, como las aman a todas las chicas de su edad; Se amaban tanto, que en un lugar se les acabó el amor y no se dieron cuenta. Sofía creía haberse enamorado pero, los cuentos de hadas son sólo eso, ella debió saberlo.